Abrimos los ojos
y allí estaba ella, la tierra, todo estaba dicho, todo estaba puesto en cada
lugar donde corresponde. Pasaban los días y entrelazados todos los seres vivos
estaban en un paraíso sin igual. Qué gusanos estaban paseando en el suelo,
cargando a sus amigos los microbios, miles de bacterias, miles de hongos,
pajaritos mirando, insectos haciendo rondas en el aire, todos jugando a la
ronda. Un día llegó una semilla y se durmió en el suelo, todos aplaudieron,
cantaban muy bajito, los gusanos bailaban y los microorganismos se reían, todo
era felicidad, todo en armonía. Un día vino la lluvia y todos se escondieron
pero grata fue la sorpresa que en unos días la semilla había sacado su cabeza,
tenía cuello largo y cuando todos sus amigos la vieron,…ohhh casi se mueren del
asombro. Le rodearon todos para aplaudirla y la semilla ya convertida en una hermosa
planta se sentía protegida. Que paraíso estaban disfrutando todos!...llegaron
las flores y más de cien mariposas rodeando, los insectos se comían unos a
otros, eran los buenos que comían a los malos porque la planta tenía que llegar
a su final. Las flores se secaron y quedaron los frutos y váyase a ver que cola
tan inmensa se había formado para compartir los frutos!... pero que maestra fue
la planta que mandó al viento para lleve
cinco semillas pero bien lejos. Todos los seres vivos compartieron los frutos y
cuando habían terminado se preguntaron: y ahora de dónde saldrá otra
planta?...todos se cogieron la cabeza y algunos quisieron romper en llanto pero
una voz muy tierna se escuchó a lo lejos que decía: hijos míos, hijos míos,…no
han de llorar ahora porque su hermano el viento ya ha sembrado en otros campos.
Escucharon todos, se cogieron de las manos y empezaron a dar vueltas pero el
hombre que comandaba a todo el grupo, fue a aquél lugar montado en un tigre,
cuidó de esas plantas habiendo después de un tiempo abundancia de alimentos
para todos en conjunto.
Pasaron los milenios
y el hombre se multiplicó en abundancia, igual lo hicieron los insectos, los
gusanos, los microorganismos, las aves, los mamíferos, los hongos,…igualmente
se distribuyeron por todo el mundo pero
siempre en armonía, siempre cuidándose unos a otros, todo era un real paraíso!
Un día celebraron
el cumpleaños de la cigarra y se quedaron todos dormidos, absolutamente todos,…despertaron
revueltos, despertaron asustados, y el hombre?...el hombre ya no estaba, había
viajado por todo el mundo para seguir llevando semillas como el viento. A su
regreso trajo sobre sus hombros cosas raras, desprendían olores horribles, ya no
era el mismo de antes, hablaba solo con más hombres y mujeres y nunca más con
quienes por miles de años fueron sus amigos. Al hombre le brillaban los ojos,
empezó a sacar los árboles tras los gritos de sus ancianos, aplastó toda hierba
perfumada, los gusanos aplastados, los microorganismos llorando, las mariposas
desaparecieron, los pajaritos emigraron a otras tierras, los tigres y cigarras
estaban pidiendo auxilio, el hombre ya tenía casi todo el mundo en sus manos. Creció
su ambición y para triplicar sus cosechas rociaba sobre la tierra y las plantas
esas cosas raras con olores pestilentes, esos que mataban a sus amigos del
suelo.
Una noche se despertó la madre tierra, tapó sus ojos y
se puso a llorar,…qué has hecho hijo mío, dijo al hombre, mataste a tus hermanos, ya no hay bosques, ya no hay aves, ya no hay gusanos, ya no hay bacterias, …aquí no hay vida más la que tú quieres,…hoy tendrás que beber esa agua pestilente, comerás esos frutos de sabor amargo, no tendrás aves que te canten, no tendrás coloridas mariposas que jueguen con tu cabello, no tendrás más que solo lo que te acompaña, tu soledad,…te tostará el sol tu cuerpo sin sombra que te proteja, saldrán seres vivos de sus casas y se meterán a la tuya porque tu invadiste la de ellos,…mira hoy todo está en desequilibrio. Mírame!... hoy estoy casi sin vida! …hoy tus hombros te pesarán tanto como pesa el dolor en la naturaleza!
Para: Ludim Salinas Ortega